BUSTURIA
SEIS BARRIOS SEIS PAISAJES,
MIL SENSACIONES
Conocer Busturia es adentrarse en sus barrios. Santa María de Axpe y Paresi se citan ya en el cartulario de San Millan (años 759 a 1194). Distintos y únicos, puedes ir de uno a otro caminando, sin prisa. Los caminos transcurren por paisajes en los que se entremezclan los ocres, azules y todas las tonalidades de verde que te puedas imaginar. A cada paso el tiempo se paraliza e imaginas el silencio, una armonía de sonidos de la naturaleza. El transporte público (tren y bus) te acerca a todos ellos, sin mayor preocupación que disfrutar del paisaje.
A ORILLAS DEL ESTUARIO
ABIÑA
Se extiende por los terrenos del antiguo caserío del mismo nombre en una franja costera que reúne los atractivos de estar a pie de mar. Su playa de San Antonio, en un entorno idílico, se une en bajamar con la isla de Sandindere, cubierta por un tupido bosque de encinar cantábrico, que con la silueta del romántico edificio de las colonias de Abiña, catalogado bien cultural, crea un conjunto paisajístico para recordar.
RURAL, CULTURAL, SOCIAL
ALTAMIRA
Situado en un amplio valle entre colinas, agrupa el espacio urbano en torno a su plaza central, al frontón y la iglesia de San Miguel Arcángel. Una red de tranquilos caminos vecinales para pasear, el palacio Txirapozu, los parrales típicos de Busturia y las casas y jardines que bordean los caminos crean un bonito entorno tranquilo, en el que todavía se pueden ver antiguos molinos y restos de antiguas ferrerías.
TRANQUILO, RESIDENCIAL, ACOGEDOR
AXPE
Se extiende desde las laderas de la singular peña de Atxa Punte, cubierta por el encinar cantábrico, hasta la orilla del estuario. Junto al ayuntamiento, la Iglesia de Santa María preside el barrio, que reúne grandes casas de veraneo con diferentes arquitecturas, entre las que domina la tipología de Busturia, caracterizada por tejados a cuatro aguas y largas ventanas.
VIDA RURAL EN ESTADO PURO
PARESI
Este remanso de tranquilidad con caseríos dispersos, en las laderas de los montes que se suceden hasta la cima de Sollube, es un buen punto de partida para paseos por el monte. Su antigua ermita de Nuestra Señora de las Nieves es el centro de este núcleo rural.
IDILIO ENTRE NATURALEZA Y ESPACIO RURAL
SAN
BARTOLOME
Suaves praderas, con un fondo de laderas y monte, salpicadas de bonitos caseríos, divisan la marisma. En ellas emergen como puntas de iceberg curiosas formaciones de rocas calizas que aporta belleza y personalidad al paisaje. La ermita de San Bartolomé y los caminos escoltados por los parrales de piedra crean, junto con algunos caseríos, una estampa de serenidad propia de otros tiempos.
CONECTIVIDAD, DINAMISMO URBANO, MARISMA
SAN KRISTOBAL
Más al interior del estuario, este barrio se asoma a la marisma por un extenso y pintoresco arenal. La zona más urbana del barrio recuerda su pasado industrial, en parte aún presente. Siempre tiene ambiente en torno a sus locales y servicios próximos a la travesía.
