ARTESANÍA
ARTESANÍA EN LA MEMORIA, VESTIGIOS DE ESPLENDOR
Desconocida para muchos, la cerámica de Busturia es la expresión más sobresaliente y refinada de las artes industriales de Bizkaia del siglo XIX. La fundación de la Fábrica de Cerámica de San Mamés (1842-1862) fue fruto del “boom” industrializador de la costa vasca de la época. Asentada sobre una antigua tejera del barrio de Axpe, a la orilla de la ría de Mundaka, (en la zona en la que hoy se asienta Villa Matilde, 1903), cambió la fabricación de ladrillos y tejas, por objetos selectos como lozas finas y porcelanas. Su calidad podía confundirse con piezas orientales de la mejor artesanía.
La cerámica de Busturia tenía estilo propio. El pintor bermeano Jose Maria Ucelay la plasmó en los cuadros inspirados en su vivienda familiar, el Palacio de Txirapozu, que fue clave en la obra del artista. Detalles arquitectónicos como las ventanas, el mobiliario y objetos domésticos, manteles, bandejas y piezas de cerámica de Busturia, son fácilmente reconocibles en su obra.